El sensor Leica, sin filtro de paso bajo y sin la hipoteca que representa la división de los filtros de colores primarios, es capaz de superar en algunos parámetros al sensor de la Sony, que le dobla en pixeles. A menudo nos olvidamos de que la distribución de los fotones de luz en los captores de cada color de pixel divide por tres su capacidad.
No obstante, y tratándose de blanco y negro (en la Leica directo y en la Sony editado) nunca podría llegar a imaginarme este resultado y que se perdiera tanto en la conversión a blanco negro desde la Sony.
Gracias, Rubichi, por el comentario, la verdad es que me extrañaba que este tema no suscitara debate, ello de forma independiente al alto coste de estos equipos. De hecho da vergüenza comprobar cómo ha cambiado el cliente potencial de Leica, una cámara dura, de auténtica batalla, para aguerridos reporteros de guerra y que ahora se anuncia como objeto de colección junto a los gemelos de platino en un galán de noche. No sé si sabéis que la Leica en su caja de origen sin abrir y precintada con el papel Kraft engomado de fábrica, vale un 20% más que completamente nueva, sin usar. Rigurosamente cierto.