El alerce es una especie pionera en las montañas, que recoloniza zonas deforestadas o pastos abandonados. Se encuentra entre 1400 y 2400 m de altitud.
Esta conífera es una excepción entre sus congéneres. En otoño se desprende de sus agujas, que se vuelven amarillas, rojas y marrones antes de caer. Es la única conífera de Europa que lo hace.
Los bosques de alerces son una delicia para el fotógrafo, sobre todo en días nublados o lluviosos.
Pasto de montaña de Praz da Tseu, Haute-Nendaz
50 mm; f/11; 1/200; ISO-1600