Hola bego.
Gracias por tu buena valoración de la foto.
Respecto a lo que comentas del permiso paterno, este solo afecta al entorno privado en general, incluyendo en parte al callejero. El tema cambia en cuando entramos en eventos públicos en los que los propios padres "exponen" a sus hijos y más cuando el propio fotógrafo está acreditado por la organización, como era el caso. Uso el entrecomillado en "exponen" porque entiendo que quizás nos el término adecuado y pueda resultar algo hiriente para los participantes en la procesión. Si ofendo a alguien pido disculpas.
Por lo general en España, si nos atenemos a las leyes , desde hace no mucho tiempo no se podría hacer fotografía en la calle a nadie, hasta tal punto hemos llegado. Suena disparatado si pensamos en la cantidad de móviles que se emplean para fotografiar y que tenemos más que asumido. En una ocasión un miembro de seguridad en el intercambiador de Plaza Elíptica en Madrid, me vio con la cámara sin hacer fotografías en ese momento y me dijo que no se podían hacer fotos, mientras cerca de mi estaban haciendo fotos con el teléfono. Pero en la práctica apenas se traduce en problemas si simplemente eres respetuoso y discreto, no vas escondiéndote a la hora de fotografiar y te muestras abierto a hablar con quien lo quiera hacer contigo si le fotografías. De todos modos si es necesario se borra la foto delante del fotografiado y no pasa nada. Otra cosa es si le sacas rendimiento económico, ahí la ley puede actuar ante una reclamación. Por ejemplo si el fotografiado se entera que has ganado un concurso con la foto en la que aparece como sujeto principal. Esto cambia en cada país, en EEUU por ejemplo la ley no es restrictiva para nada a la hora de la fotografía callejera.
Volviendo al tema de los menores, yo veo una doble moral. Solemos ver imágenes de menores con los rostros censurados cuando el niño es, digamos , "occidental" pero nadie suele cuestionar las imágenes si aparecen criaturas del tercer mundo. Bego tu comentas esto de esta foto, pero es raro una duda así si lo que aparecen son niños cubanos jugando en un parque de la Habana con un colorido espectacular y una composición maravillosa. No digo que tengas una doble moral, no me mal entiendas, digo que se nos inculcan prejuicios que pueden llevarnos a puntos de vista cuanto menos contradictorios.