Bien por el juego de colores, estos contrastes siempre son agradables, pero lo siento Enrique, espero que no te importe, pues me voy a meter con ella.
La composición regular, el encuadre coge zonas externas desenfocadas pero sin ningún interés, oscuras a la derecha y claras a la izquierda, eso despista. También despista el elemento verde, no se identifica, no se aprecia su utilidad y su color aporta confusión más que otra cosa. Sobran las inscripciones en el vaso, sobre todo la negra de abajo, es horrible.
La iluminación no llega a ser mala pero es muy mejorable, ese punto luminoso del borde debería haberse tamizado un poco o situarlo más arriba.
Técnicamente es también regular, no hay foco delante ni detrás, sólo en una pequeña zona central, eso no es bueno, pues la vista desea enfocar algo y nos pasa como a los autofocos que van hacia delante y hacia atrás, y nos volvemos un poco tarumbas. Si hay foco en el empañado de arriba debe también haberlo abajo y no lo hay.
El limón parece mustio, no tiene la misma frescura aparente que la fresa y debería tenerla. Por cierto ¿se ponen fresas en los combinados?
En todo caso: buen ejercicio. Los líquidos, al ser transmisores de luz, permiten juegos visuales muy curiosos, pero hay que darles estas cosas: espumas, burbujas, choques o algo que haga reflejar esa luz. Es el mismo principio de las fuentes luminosas en las ciudades.