Toledanos

Creo que se trata de aprender a ser iguales, sin dejar de ser distintos. Cuando comprendamos que la cultura se ha tejido con la seda de las migraciones, podremos sentarnos a hablar y escuchar los relatos de vida de nuestros nuevos vecinos. La indiferencia frente al nuevo ciudadano, bajo la aparente capa de neutralidad, esconde una perverso racismo sutil. El mismo que modula nuestros pensamientos hasta hacernos ignorar que todo es conducta. Los nuevos toledanos aspiran a lo más legítimo que puede aspirar un ser humano, a vivir mejor y ser más feliz cada día de su vida, por eso merecen nuestro apoyo, nuestra solidaridad y nuestra más sincera bienvenida.

Gran mensaje Pedro.

No se puede decir más claro.
Buena foto. La mirada de la mujer es una maravilla.

Un gran retrato, muy buen acompañado por esta gran reflexión.

Que gran manifiesto de HUMANIDAD