Rascándome la cabeza he pensado que, ahora que Trump no nos ajunta, que por qué no echamos de la OTAN a los EEUU y le pegamos un silbido a Putin para que se sume a la Alianza. Ah, y ya de paso que haga las paces con su vecino Zelenski y que se vengan los dos, Rusia y Ucrania, a la Unión Europea donde les acogeremos con los brazos abiertos.
A ver, cuentas, cuentas como hay que hacerlas no las he echado, pero igual salimos ganando en la vieja Europa y la hacemos más grande e independiente de las brabuconadas de los señores millonetis de América.
Anda, rascaros vosotros también la calavera y me contáis lo que habéis pensado.
Os espero en el jardín...
Salud, libertad y amor para todos.