Desde San Justo

Después de varios años, me estreno en esta sección del foro. Seguramente es una foto bastante vulgar, pero tiene para mí su pequeña historia.

Hace algunos años compré en una exposición vintage y retro una cámara Kodak 66- model II, y la tenía de adorno hasta que, con motivo de la última quedada analógica, decidí probarla, movido por los consejos y la pasión contagiosa de nuestro presidente, maese Salas.

Aprovechando que está al lado de nuestra flamante sede, decidí dar una vuelta por El Barrio de mi infancia, donde me crié, y tratar de recrear, con esta cámara que fue fabricada antes de que yo naciera, aquellas escenas y lugares de mi ya lejana infancia. En Toledo todo cambia, pero lo esencial sigue igual, así que con un poco de esfuerzo, podría ser una de aquellas escenas que mi tío capturaba en nuestra infancia... si yo tuviera la maña que tenía mi tío.

Tendrá (tiene seguro) muchas cosas que corregir, pero veo que esto engancha, así que todo consejo o crítica es de agradecer.

El carrete es un Kodak 120, ISO 400. La cámara, ya lo he dicho. Una especie de juguetito divertido.

Con esos cacharros es como realmente se aprende fotografía, sin fotómetro, sin telémetro y con 12 fotos por rollo.
Encantado de haberte aconsejado, que disfrutes muchos años ese juguete.

Si señor
Bienvenido al club. Te prevengo, esto engancha y da vicio, quedas advertido.

Sobre la foto
Me gusta esa sensación de aparición mágica de la torre al fondo, como si no le tocara estar en el encuadre jejeje

Felicidades por ese juguete, como te dice el presi te dará alegrías

¡Hola!
Me sumo a las felicitaciones ¡por la cámara y sus resultados!

A disfrutar!
Un saludo
Antonio

Gracias por vuestros comentarios. La verdad es que sí, tiene algo especial disparar con un cacharrito de estos. Este disparo fue totalmente “a ciegas”, luego he adquirido un telémetro para orientarme algo. Pero tiene su atractivo el pensar bien la toma, la exposición, el enfoque, la distancia, sabiendo que no hay rectificación, ni edición, ni nada parecido. La foto se piensa, se plantea, y se ejecuta en el momento del disparo. Hasta ahí. Algo muy novedoso para alguien como yo, cuya etapa analógica se limitó a cámaras sencillas y totalmente automáticas, y hace tantos años... que ya no me acordaba. Así que de alguna manera esto es sentir la fotografía en estado puro.