Bueno, tras un arduo trabajo por fin tengo mi página web en el interné
Estáis todos invitados
imaginario Consciente
Tiene su parte de galería y su parte de blog que iré actualizando con todo tipo de temas fotográficos.
Os pongo aquí el dedicado a la Fotografía Infrarroja. Espero que lo encontréis interesante. Si tiene alguna incorrección, me lo decís y lo apaño.
Si lo preferís ver en la página web
La fotografía infrarroja (IR) siempre ha tenido una connotación científica, pero también resulta interesante su lado artístico. A continuación os cuento un poco mi experiencia con este tipo de fotografía.
Dentro del espectro electromagnético hay longitudes de onda que no son visibles al ojo humano (están fuera del espectro visible). Justo donde acaba el color rojo (alrededor de los 780nm) comienzan los infrarrojos.
Para fotografiar estas longitudes de onda tenemos varias opciones. La mejor es modificar nuestra cámara para IR (existen empresas que se dedican a ello), pero esto implica que quedará inutilizada para otro tipo de fotografía. Lo bueno es que podremos hacer fotografía infrarroja sin necesidad de trípodes ni largas exposiciones.
La segunda opción es comprarse un filtro IR. Este filtro bloquea el espectro visible y deja pasar la radiación infrarroja. Suele llevar un número que indica a partir de dónde hace el corte. Uno de los más usados es el Hoya R-72 que filtra desde los 720nm, es decir, deja pasar algo del espectro visible, dándonos un poco más de juego al poder hacer tomas con algo de color y no puros blancos y negros (falso color lo llaman a esto). Lo malo es que como nuestra cámara lleva un filtro en el sensor para hacer justo lo contrario (es decir, bloquear las radiaciones IR) pues nos vamos a tiempos de exposición bastante altos, incluso a pleno sol (que es cuando hay más radiación infrarroja).
El proceso para realizar una fotografía IR con este filtro sería poner la cámara en el trípode y encuadrar. Luego ponemos el filtro. Ahora podemos enfocar (aunque apenas veamos con el filtro, la cámara enfoca). Lo bueno que tiene enfocar con el filtro puesto es que atinaremos con el foco en IR, que no coincide con el foco normal. Si no atináramos a enfocar con el filtro habría que quitarlo, enfocar, y pasar el enfoque a manual. Si tenemos la suerte de tener un objetivo con la marca del foco en IR, pues genial, y si no pues tendríamos que cerrar diafragma para tener más profundidad de campo y poder pillar el foco. Si aún así no atinamos es cuestión de ir adelantando el foco poco a poco hasta dar con ello.
Con el filtro puesto podríamos hacer un balance de blancos personalizado en cámara apuntando a una zona de hierba verde (por ejemplo). En lugar de eso, yo lo que suelo hacer es poner la temperatura de color más baja que me permite la cámara y disparar en RAW para luego ajustar aún más el balance de blancos con el programa de edición. El resto es exponer correctamente, mirando siempre el histograma para tener una referencia adecuada.
Ya en el ordenador se ajustaría el balance de blancos. Opcionalmente se puede realizar el cambio de los canales azul y rojo (va por gustos) con la opción mezclador de canales de photoshop. Y luego ajustaríamos los niveles en cada canal. También le podemos dar algo de contraste a la toma pero sin pasarnos porque es atractivo el aspecto fantasmal que presenta este tipo de fotografía.
Imagen sin el cambio de canales
Imagen con el cambio de canales rojo y azul
Si la toma en color no nos convence siempre podemos pasar a un blanco y negro IR tradicional usando nuestro método preferido de conversión a blanco y negro.
Un fenómeno curioso que he tenido la oportunidad de sufrir es el famoso Hotspot. Se trata de una zona circular en el centro de la fotografía donde la luz es más alta. Este fenómeno parece estar muy relacionado con la construcción de la lente que usamos y su combinación con el cuerpo de la cámara. También he comprobado que depende del diafragma que usemos y de nuestra posición relativa con el sol. Así que para evitar este fenómeno no hay más que probar con distintas lentes y en distintas situaciones para quedarnos con lo que mejor nos funcione.
Y nada más. Disparando IR nunca sabes qué foto vas a obtener y en eso radica gran parte de su atractivo. Pero es cierto que, con algo de experiencia, uno va adquiriendo un poco de “visión infrarroja” y va adivinando los motivos que funcionan o no en este tipo de fotografía.